El ransomware sigue siendo una de las amenazas más devastadoras en el mundo de la ciberseguridad. Este tipo de malware cifra archivos y exige un rescate para su liberación, afectando tanto a empresas como a usuarios individuales.

Principales vías de infección

1. Correos electrónicos maliciosos: Campañas de phishing con archivos adjuntos o enlaces fraudulentos.
2. Explotación de vulnerabilidades: Falta de actualizaciones en software y sistemas operativos permite la entrada de ransomware.
3. Descargas no seguras: Instalación de programas desde fuentes no confiables.

Estrategias de protección

• Copias de seguridad frecuentes: Mantener respaldos actualizados en dispositivos externos o en la nube.
• Concienciación y capacitación: Educar a empleados y usuarios sobre prácticas seguras en línea.
• Software de seguridad: Utilizar antivirus y soluciones de detección de amenazas avanzadas.
• Actualizaciones regulares: Parchear vulnerabilidades en todos los dispositivos y sistemas.

El ransomware no muestra señales de desaparecer, por lo que la prevención y la preparación son esenciales para minimizar su impacto y evitar pérdidas irreparables de datos.